Fin de semana triunfal en Donegal

Este finde teníamos un compromiso ineludible en las agrestes tierras del norte: la prueba definitiva y los arreglos de El Vestido (un vestido para reunirlos a todos…). La prueba fue todo un éxito, aunque no exenta de sus pequeñas anécdotas, que dejaré que bea escriba con sus propias palabras.

Yo, mientras el destino de la boa se decidía en la sección Bridal del McElhinneys y, dado que el gélido invierno no invitaba a explorar las apacibles calles de Ballybofey me dediqué a recorrerme el resto de secciones de la tienda en un bucle infinito. Yo creo que algunos dependientes pensaban que no tenía casa o algo y me miraban con cara de pena (ahora que releo el post de Luy, si me llego a acordar que había una «cervecería» me hubiera acercado a ver qué tal. Maldita memoria!)

Una vez cumplida la misión principal, el resto del finde lo pudimos dedicar a explorar el condado de Donegal, muy bonito y muy salvaje, pero un poco duro para ver en invierno; la meteorología no acompañó y muchos sitios estaban cerrados por temporada. Aún así pudimos ver alguna cosa interesante, ya subiré las fotos.

De camino a Dublín hicimos una paradiña en Sligo county para ver uno de nuestros spots preferidos, y una vez en la ciudad gris aprovechamos que teníamos coche para hacer una mega-compra en el súper y en Argos, que por cierto estaba llenísimo de gente haciendo compras para el día de la madre, y eso que el catálogo «especial día de la madre» de Argos es todo un homenaje al horterismo barato.

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