Cinco años del gran evento,
y contando.
Empieza el baile!
But I would walk 500 miles/And I would walk 500 more/Just to be the man who walked 1000 miles/To fall down at your do-oo-or
Olé
Escanciando fotones
Cambio de zapatos (y algunos hasta de vestido)
Esperando a los invitados, dónde estarán?
Cocktail
Echando una partidita
Ni una línea completa, es que si no hubiera habido que hacerlas desaparecer 😉 . Sólo la pieza que está cayendo va a completar línea (y aquí podría añadir alguna ñoñez, pero me abstengo)
Esperando para cortar el pastel (sí, hubo espada y todo, cómo lo adivinaste?)
«Yo creo que hay un método más rápido de repartirlo»
Por suerte, la tarta ya venía cortada 😉
Vistiendo a la novia (malditos botones)
Vistiendo al novio (siempre con prisas)
Dressed to impress
Los famosos zapatos (y el famoso vestido)
La novia llega tarde, como debe ser
Llegada al ayuntamiento
Anillos (¿de poder y esclavitud 😉 ?)
Arroz y pétalos de rosas
[Algunas fotos prestadas de: mhur2147 | NIHILISMIK ]
Ya se que estamos de vacaciones, y que deberiamos estar tomando todo el sol que podamos, pero es que uno puede llegar a estar saturado de sol (si, ya se nos habia olvidado lo que era eso) y no queriamos dejar pasar demasiado tiempo para escribir unas palabras de agradecimiento a todos los que colaboraron a hacer de nuestra boda una ocasion unica, ahora que las sensaciones de ese dia todavia estan frescas.
A todos los hicisteis el esfuerzo de venir al gran evento, el sitio era muy bonito pero estaba realmente lejos de todo, asi que tanto para los que vinisteis del otro lado del charco, como para los que vivis en la piel de toro me imagino que el viaje fue duro, muchas gracias.
A los que por diversos motivos no pudisteis venir, pero nos habeis apoyado y ayudado incluso en la organizacion, muchas gracias.
A los que ni siquiera nos conocen mas que por las paranoias que explicamos en este espacio, y aun asi nos han hecho llegar sus palabras de animo, muchas gracias.
Espero que todos hayais disfrutado de un dia gran dia, como nosotros hicimos, y que tengais alguna experiencia unica para contar (me consta que algunos la tienen 🙂 ) de ese dia, como nosotros tenemos.
Y para los que no lo vivisteis, pronto habra una tonelada de fotos para que podais ver alguno de esos momentos unicos, sabemos que no sera lo mismo, claro, pero sera lo mas parecido 🙂
Un gran abrazo,
bea y txema
Allá vamos, deseadnos suerte (y que haga buen tiempo 🙂 )
Hace tiempo que decidí que tendría que ponerme morena para el día de la boda. Y como por estos lares no se puede decir que el sol caliente demasiado, no confié en obtener un moreno natural y opté por buscar un plan B.
Así fue como probé el fake tan del que tan fans son las irlandesas. Con un poco de respeto (si hubiérais visto las irlandesas lucir la piel naranja butano a trozos lo entenderíais) compré una mousse y la estuve usando a diario por espacio de una semana. Por si acaso, no probé en ninguna zona susceptible de ser vista por el público. He de decir que escogí bien la marca, la piel se quedó de un color estupendo y uniforme, sin roales.
Si alguno leyendo esto se anima a probarlo que sepa que hay algunas cosas a tener en cuenta:
Una vez probado el plan B, traté de poner en práctica el plan A. Esto es, aprovechar que la semana santa la pasamos en España para ponerme bien morena y mantener el moreno hasta el día de la boda a base de rayos UVA. No soy una gran fan de los UVA, pero no hay otra cosa.
Dado que en semana santa no hizo mucho calor, de hecho hasta nos llovió, empece las sesiones de sunbath con un mes y medio de antelación. A 5/6 minutos por sesión tardé 5 sesiones en empezar a coger color. A estas alturas tengo un moreno decente y saludable, y me faltan 3 sesiones más para acabar el pack de 1,5 horas.
Tengo que admitir que los rayos funcionan, y ¡menos mal! no tenía ganas de ir en la luna de miel con un aspeto de ir pelándome a trozos la verdad, muy poco estético 🙂
Después de un paréntesis vuelvo a la carga. Esta vez se trabata de encontrar esos complementos que todo vestido de novia requiere. La complicación viene cuando tienen que ser adecuados al maravilloso vestido que ya tengo.
Desde que tengo el vestido, he estado pateándome toda tienda subsceptible de tener algo que encajara con los colores y el estilo que necesito. He recorrido el centro de Dublin, Dundrum y numerosos pueblos (de aquí y parte del extranjero) a la caza y captura. No os podéis imaginar las veces que me he maldecido a mí misma por no cojer un vestido más tradicional, menos colorido, más fácil de conjuntar… en definitiva: más blanco 😀 Ya sé que muchas no me creeréis, pero ha sido mucho peor que la búsqueda de los zapatos. Lo prometo.
Y si hoy estoy escribiendo este post, es porque veo la luz. Hoy he ido a un taller pequeñito, cerca de mi trabajo que me ha encontrado una compañera, donde hacen piezas a medida. Así que he estado hablando con Aisling, la chica que lleva el taller, que estaba encantada de poder trabajar con colores fuera de lo habitual. Estuvimos como una hora decidiendo el diseño y la composición de colores de todas las piezas: collar, pendientes y detalles para el pelo. Agotador pero mereció la pena. Otra cosa que me quito de encima.
Así que al final hecho a medida y lo mejor es que ¡lo va a tener listo en una semana! No puedo pedir más. Y con esto acaba otro capítulo de mi odisea particular.
Todo lo bueno se acaba (por empezar con un tópico) así que ya estamos de vuelta en Dublín. Como suele pasar, las vacaciones han sido un poco agotadoras, de un lado para otro visitando a familia y amigos y, por si eso fuera poco, organizando cosas para la boda. Al menos ya tenemos lo más importante cerrado: el sitio donde nos casarán, el lugar de la celebración y la comida.
Esta vez, por eso, hemos conseguido pasar unos días de relax, ya que al ser fiesta en todos lados no se podía hacer nada más que descansar, que falta nos hacía. Así que pasamos un día estupendo en el campo, donde incluso conseguimos pillar un poco de moreno (gracias Iván por invitarnos, prometo colgar las fotos en breve) y otro par de días de hacer absolutamente el vago en un apartamento en la playa con unos amigos (gracias Mark!), lástima que el viento nos impidió tomar el sol esos dos días, porque si no aún hubiéramos vuelto con un moreno envidiable 😀
Pues tal como ha comentado ya txema, el viernes nos dirigimos la bonita población de Ballybofey, Donegal Co.
(Nota: Este es un post largo, y es así porque me da la gana, porque lo escribo yo en mi blog y porque más largo fué vivirlo)
Llegamos a mediodía, descargamos en el B&B, comimos y nos dirigimos a la tienda. Esta vez acudí a la cita yo sola. Se trataba de ajustarme el vestido.
– ¿Traes los zapatos y la ropa interior?
– Sí.
Me lo pruebo y ya noto los primeros síntomas, me empieza a doler la hernia. Un dolor intenso acompañado de mi habitual hipo. A la costurera le hace gracia. Empieza el baile. Coge de aquí, suelta de allá, la parte de atrás te la estiro/encojo… Empiezo a tener calor, sudores. Aguanto como puedo hasta que la señora coloca el último alfiler y le suelto que me tengo que sentar.
– ¿Estás bien?
– Sí, sólo tengo calor.
Me enciende el ventilador, y parece que funciona pero no, es tarde; le pido vehementemente que me quite el traje, que me lo quite!!… Efectivamente, ya no me encuentro bien. Estoy temiendo por el tinte… La señora llama apresuradamente a la otra chica que me ayuda a quitarme el traje con sus alfileres mientras ella sale corriendo. Al poco vuelve con una bolsa de plástico, de la que hago uso. No mucho, lo justo para morirme de la verguenza de haber podido. Me disculpo por el show y me voy.
Lo peor no es eso, lo pero es que a la hora y media tuve que volver a por el vestido ya arreglado. «¿Estas bien? -sí, sí mucho mejor.» Me disculpo de nuevo, ahora sí ya con la verguenza asomando, y vuelta a empezar. Me pruebo el traje y no me gusta como lo han dejado.
– Me lo piso.
– Pues más corto no quedará bien ¿de qué tipo es el suelo de la iglesia? ¿moqueta o parquet?
-¡¡¿¿??!! (me ahorro contestar lo de la iglesia) De piedra.
Me hacen desfilar por el parquet y llegamos a un acuerdo. Siguiente punto, el adorno que tiene que coser al vestido: no me gusta cómo queda. Así que empieza una conversación para besugos: yo le cuento cómo quiero que quede, y ella me contesta, algo, indescifrable; repítase el bucle hasta que la niña está más o menos contenta con el resultado. De locos. No descarto acabar recosiéndolo yo misma.
A pesar de todo, no fue una muy mala experiencia, las chicas fueron muy amables, deben estar acostumbradas a todo. Metieron el traje dentro de 2 bolsas a falta de una, importante detalle para que no traspase el color. Me regalaron un detalle (una liga con el lacito azul y una vela con olor a wedding day!! -que por cierto huele muy bien, como por otra parte era de esperar) y me pidieron que les enviara una foto de la boda. Para mí que creen que estoy embarazada, y dudan de que me pueda poner ese traje para entonces. Sí, ya sé, soy muy mala y muy malpensada… pero qué se le va a hacer, a mí me educaron así, a ver las noticias buscando qué es lo que no cuentan. Y eso es aplicable a todo en esta vida.
Conclusiones: Sabía que no me gusta comprar, sabía que sería difícil, pero sobretodo sabía que el pollo al curry no era buena idea 🙂
P.D: Martín, si has llegado hasta aquí no quiero quejas, quien avisa no es traidor.