Un nuevo año ajetreado

Siempre empiezo el año en septiembre, y este con más razón. Después de 7 meses he acabado la baja maternal. Eso se traduce por un lado en volver a trabajar y por otro en dejar al pinguino en la guardería.

Lo que más me preocupaba era dejar al enano, al fin y al cabo he empezado en tantos trabajos de cero que esto no iba a ser peor.

Alan, está como una rosa. Le gusta estar en sitios nuevos y con gente nueva así que eso no era un problema. Lo único que tardó una semana en habituarse a comer y dormir en la guardería, y a partir de ahí todo bien. Vamos probando distintas combinaciones de alimentos poco a poco y de momento no va nada mal. Esta semana toca patata, después de un comienzo un poco desastre, esperamos que mejore. Si no, pues a otra cosa, será por alimentos! Por otro lado, aprofitem la vinentesa para ver si conseguimos que en casa también duerma en la cuna él solo ¡que no nos pase nada!

Respecto al trabajo, efectivamente, no ha sido tan malo: algunas caras nuevas, muchos cambios en los proyectos que llevaba, y básicamente todo sigue igual. Después de un par de días de actualizar el ordenador y charrar con la gente, ya estoy en plena faena y con un proyecto nuevo sólo para mí. Promete ser interesante. De momento ya he pedido las vacaciones de este año, que no se diga.

Poco a poco me voy acostumbrando a ser persona otra vez. Me veo disfrutando del silencio mientras camino por el canal hacia la oficina, jaywalkeando cuando me parece oportuno ¡cuánto tiempo!

Así que eso es todo por hoy.

P.D: Este post lo debo de hace días, pero hasta que no he empezado a trabajar no he dispuesto de tiempo libre. Hay que joderse.

Un diente!!

Un post rápido de actualización de un par de cosas que se nos quedaron en el anterior.

Primero el peso, 8,1 kg, está estupendo para su edad.

Segundo, y más importante, le está empezando a salir un diente! Casi no se ve, pero si le dejas que te muerda un dedo se nota el pincho en la encía de abajo. Lo malo es que el diente le debe molestar, porque el pobre está un poco más quejoso de lo habitual, aunque eso también puede ser por las vacunas de los 6 meses que le pusieron el miércoles, tres banderillas le cayeron al pobre. Veremos cómo progresa el tema.

Alan: medio año

Ya tenemos un pingüino con seis meses rondando por casa. Está fuerte, grande y cabezón como su padre.

Ya ha aprendido a darse la vuelta difícil, como dice Bea, de boca a arriba a boca abajo, pero la fácil se le resiste. Conclusión, si mientras duerme se gira boca a bajo, se despierta llorando desconsolado.

Ayer probó su primera fruta, un trozo de manzana; lo estuvo mordisqueando un rato y no le hizo ascos, buena señal. Seguramente se habría comido más si no hubiera estado tan dura. Para acabarlo de apañar estaba verde, verde, pobre. Hoy hemos probado con un trozo de plátano ¡todo un éxito!  No lo ha soltado hasta acabárselo y comía con un afán…

Resúmen: peso más de 7,5 kilos (aún no lo hemos pesado esta vez), mide 66 cm, suelta carcajadas todos los días y se sigue comiendo todo lo que pilla. No habla, está soltando sílabas de vez en cuando, muchos nas y tas. No anda, pero ya empieza a querer gatear, aunque para atrás.

5 mesecitos

Ayer Alan cumplió cinco meses ya. En este último mes han habido algunas novedades, para empezar cambiamos el cuco del carro grande (alias el tanque) por la silla de paseo, ya que parece que no le gustaba ir tumbado boca arriba, eso de ver siempre el mismo paisaje le aburre y protesta. Además ya se aguanta bastante sentado, y en la nueva silla puede ir todo erguido y mirándolo todo, es un cotilla.

También le hemos ampliado la cuna, ha pasado de la mini-cuna a la cuna full size (alias el submarino), que es enorme y a él se le ve pequeñito, pobre.

Medidas: peso aprox. 7,5 kg, longitud aprox. 66 cm

No habla pero se ríe a carcajadas, y muerde todo lo que se pone a su alcance, lo cual incluye sus propios pies, que es el último truco que ha aprendido esta semana.

Clasificados

Regalo despertador preciso como él solo.

Alarma pre-programada a las 5:00 am.

Interesados dad un toque.

P.D: En cuanto averigüe dónde lo tiene escondido Alan le hago unas fotos.

Alan 0.4

Hoy Alan cumple 4 meses.

Doy fe que de pequeños se les coge cariño y ya estás perdido. Y empiezas a decir eso de… pero compensa.

Resúmen: peso 7 kilos aprox, mide 61 cm, suelta carcajadas esporádicas y tiene cosquillas. No habla. No anda.

Alan 0.3

Buff, un mes desde el último post, como podéis imaginar hemos estado muy ocupados.

Hoy Alan cumple 3 mesecillos, y este último mes se ha dedicado a sus pasatiempos favoritos de encandilar a los abuelos y volvernos locos a nosotros. Bueno, a nosotros también nos encandila con sus sonrisillas y sus «ajo» y «guuu», incluso empieza a soltar alguna carcajada, la verdad es que es un encanto cuando no está cabreado :D.

Por suerte parece que los gases que tenía las primeras semanas han remitido y ya no llora tanto ni mucho menos, así que ya no está mayormente cabreado. Ahora lo que le cuesta es dormirse, y cuando se despierta a las 3 de la mañana y te suelta un par de sonrisas es muy mono, pero eso significa que está completamente despejado y que estás jodido para volverlo a dormir. Así que después de tres meses de eXtreme Parenting(tm) ahora estamos en proceso de ponerle cierta rutina, lo cual se supone le tiene que ayudar a dormir mejor, veremos como va.

Y a parte de comer y dormir, bea lo lleva a clases de masajes para bebés y pilates con «mixed results» que dicen: las de masajes le gustan y se ríe mucho cuando se los estás haciendo, pero las de pilates no tanto, debe considerar que bea ya hace bastante ejercicio cargando con él todo el día y no necesita estar atenta a toda la clase.

El típico resumen: peso aprox. 5,9 kg, sonríe mucho e incluso se ríe, no habla (al menos nada inteligible, sí que suelta alguna parrafada de vez en cuando), no camina (aunque tiene las patorras muy fuertes, cuando se pone tieso casi parece que se pueda mantener de pie el tío).

El parto de Alan dos meses después

Alan cumple 2 meses y está hecho un roble. Ya se entretiene un ratito mirando de aquí para allá; no tiene tantos gases como al principio y duerme algo mejor. Sólo falta que nos deje dormir a nosotros un poco más, por pedir que no quede 🙂

Aprovecho que parece que seguirá durmiendo un rato, para contar cómo fue el parto.

El domingo sobre las 6 de la tarde, tras tres o cuatro retortijones (o eso creía yo), y unas cuantas contracciones cada 15 minutos, nos dimos cuenta que Alan había decidido salir. Así que nos preparamos para lo que iba a ser una larga tarde-noche. En un par de horas la frecuencia de las contracciones era de 5-6 minutos, y los alaridos llegaban ya hasta Dundrum town center, así que txema decidió que nos íbamos al hospital antes que los vecinos llamaran a la garda. He de decir que yo no las tenía todas conmigo, temía que estuviera dilatada de sólo 1 ó 2 cm y me mandaran para casa. Menos mal que nos decidimos a ir: el viaje, aullando cada 3-4 minutos y con la pata en el techo, fue épico; medía lo que nos quedaba por llegar no en tiempo sino en número de contracciones que me quedaban. Después de media horita llegamos y me dije a mí misma que de allí no me movía ni diós, se pusieran como se pusieran.

Una vez allí me metieron en un box donde iban a evaluar si estaba o no de parto. Un momentito que ahora vienen a atenderte, me dijeron; no tardarán mucho, le comenté a txema, en cuanto me venga otra contracción los tenemos aquí. Efectivamente, en un minutito escaso apareció alguien comentando que tenían una chilladora, y que no me preocupara que chillara tanto como quisiera ¡como si lo fuera evitar!

Me dieron un gas calmante, que me iba quitando lo más duro pero a cambio me atontaba bastante. A pesar que como me temía, estaba dilatada de poquito (2 cm), me catalogaron en seguida como «de parto». Rompí aguas, y no estaban limpias, lo que podía significar que el niño estaba estresado así que me mandaron a la sala de partos directamente en lugar de la habitación.

Una vez allí, y visto que no podía soportar el dolor y que aún quedaba mucho, nos acabamos decidiendo por una epidural. Para entonces estaba de 4 cm y tenía monitorizado el latido del niño permanentemente. Como al médico le parecía que el proceso iba lento, me pusieron oxitocina para acelerarlo, pero Alan no debió entenderlo así, porque decidió tomárselo con más calma y bajar el ritmo de los latidos. Así que quitaron la oxitocina, y en vista que seguía a su ritmo, parece que ha salido a imagen de su padre, al final optamos por una cesárea. A todo esto eran las 3 de la madrugada pasadas del lunes.

Me llevaron al quirófano, me aumentaron la dosis de epidural y después de asegurarse que no sentía nada (casi me duermen por completo), y con txema a mi lado, sacaron a Alan a las 3:59. Al menos no nació en San Valentín 🙂 . Una pena que no tengo fotos del niño recién salido todo sucio, pero la cámara se quedó en el cuarto. Una vez le despejaron las vías respiratorias a Alan me lo dejaron unos segundos encima mío y en seguida se lo dieron a txema. A mí me pusieron unas vendas compresivas y me llevaron a recuperación, donde por fin dejé de pasar frío.

40 minutos más tarde me reuní con ellos, drogadísima y feliz, al fin y al cabo lo habíamos conseguido ¡¡prueba superada!!

Lo que ocurrió a continuación será contado en otra ocasión, que el post está quedando muy largo y el pingüino me reclama.

Revisiones y más revisiones

Bueno, pues desde el último post de información del estado de Alan ya nos ha dado tiempo a hacer varias revisiones, así que iría tocando hacer otra actualización.

Hace dos semanas nos tocaba la revisión de las seis semanas, tanto para el niño como para mí. La del niño la podía hacer o bien el GP o el pediatra, la diferencia es que una es gratis (la paga el gobierno, vamos) mientras que la otra nos tocaba pagarla a nosotros. Como somos primerizos en ésto decidimos picar y pagar al pediatra, total VHI nos devuelve luego gran parte del coste, y ya que yo tenía que ir al Rotunda para mi revisión pues pusimos la visita el mismo día y así aprovechamos el viaje.

Primero tocó pediatra, el niño está estupendo, pesaba 4,77 kg y medía 60 cm ya. Luego me tocó a mí. La cicatriz está perfecta y yo estoy ya casi recuperada. Sólo la circulación está todavía resentida del embarazo y aún no se me ha recuperado del todo. Por lo visto es normal y puede tardar otras 6 semanas en estar perfecta.

Como ya he comentado, dentro del programa de seguimiento del embarazo que paga el gobierno se incluía también la visita de las seis semanas por parte del GP así que, ya puestos, pedí hora con mi GP para que nos viera también, y la semana pasada fuimos a ello. Volvieron a pesar a Alan (5,070 kg, a 300 gm por semana!, no lo midieron) y a mirarme a mí y todo muy bien.

Ahora la próxima cita médica son las vacunas de los dos meses, que le tocan de aquí otro par de semanitas.

Resumen: peso 5,070kg, ya sonríe (sólo cuando está de buenas, con hambre no conoce ni a su madre), no habla pero lo intenta (y se cabrea cuando los muñecos no le contestan) y no camina.

El mes del pingüino

Parece mentira, pero ¡ya ha pasado un mes!

Y se ha pasado volando, como era de esperar. Alan está estupendo, ayer lo pesamos y pesa 4 kilos ya. Y no, no lo inflamos, si es que lo único que hace es comer y dormir (y cagar, os quería ahorrar los detalles escatológicos, pero es que me tiráis de la lengua), ¡así cualquiera engorda!

En resumen: peso 4kg, no sonríe (despierto, dormido sí), no habla, no camina, … pero es que no le hace falta, sólo con mirarlo ya entretiene:

Seguiremos informando de los progresos que vaya haciendo.