Hoy (bueno, ayer, ¡que este post tenía que salir ayer!) hace 10 años exactos que pisamos el aeropuerto de Dublín, cargados con cuatro maletas con sobrepeso (que Ryanair se encargó de cobrarnos a precio de jamón ibérico por kilo de más) y a la búsqueda de la aventura.

Veníamos para un año o dos y míranos, pensando en pedirnos la nacionalidad irlandesa.

En ese viaje encontramos un periódico en el avión que nos auguraba esto:

Enjoy the change indeed… Jajajá, cuánta sabiduría tenía el becario que se sacó ese párrafo de la manga. Un crack!

Después de una semana de montar mini-legos, parece que este año la temática del calendario está centrada en la trilogía original.

Ya tenemos ewoks, jawas, motos voladoras y droides. Incluso está el Sarlacc.

 

Las luces en Grafton St. están ya encendidas y ayer en el Tesco ya ponían canciones navideñas en el hilo musical… lamentable

Hace tiempo que no escribimos nada, es que estamos más que liados. Entre las navidades, que ya están aquí y hay que preparar un montón de cosas antes de irnos de vacaciones, un proyectito personal en el que estoy currando que espero que nos ayude a jubilarnos de trabajar ya que otro año más no nos ha tocado la lotería de navidad  y que estamos haciendo gestiones para aportar nuestro granito de CO2 en el calentamiento global (a ver si deja de hacer tanto frío por aquí), no tenemos tiempo para nada más.
Pero vamos, que seguimos por aquí. Eso sí, con muchas ganas de pirarnos de vacaciones, que este año las gastamos casi todas para la boda y desde agosto no nos hemos ido a ningún sitio, y estamos deseando salir de la isla ya! (luego cuando viajamos varias veces en poco tiempo nos quejamos del rollo que es volar, si es que nunca estamos contentos 😉 )