El parto de Alan dos meses después

Alan cumple 2 meses y está hecho un roble. Ya se entretiene un ratito mirando de aquí para allá; no tiene tantos gases como al principio y duerme algo mejor. Sólo falta que nos deje dormir a nosotros un poco más, por pedir que no quede 🙂

Aprovecho que parece que seguirá durmiendo un rato, para contar cómo fue el parto.

El domingo sobre las 6 de la tarde, tras tres o cuatro retortijones (o eso creía yo), y unas cuantas contracciones cada 15 minutos, nos dimos cuenta que Alan había decidido salir. Así que nos preparamos para lo que iba a ser una larga tarde-noche. En un par de horas la frecuencia de las contracciones era de 5-6 minutos, y los alaridos llegaban ya hasta Dundrum town center, así que txema decidió que nos íbamos al hospital antes que los vecinos llamaran a la garda. He de decir que yo no las tenía todas conmigo, temía que estuviera dilatada de sólo 1 ó 2 cm y me mandaran para casa. Menos mal que nos decidimos a ir: el viaje, aullando cada 3-4 minutos y con la pata en el techo, fue épico; medía lo que nos quedaba por llegar no en tiempo sino en número de contracciones que me quedaban. Después de media horita llegamos y me dije a mí misma que de allí no me movía ni diós, se pusieran como se pusieran.

Una vez allí me metieron en un box donde iban a evaluar si estaba o no de parto. Un momentito que ahora vienen a atenderte, me dijeron; no tardarán mucho, le comenté a txema, en cuanto me venga otra contracción los tenemos aquí. Efectivamente, en un minutito escaso apareció alguien comentando que tenían una chilladora, y que no me preocupara que chillara tanto como quisiera ¡como si lo fuera evitar!

Me dieron un gas calmante, que me iba quitando lo más duro pero a cambio me atontaba bastante. A pesar que como me temía, estaba dilatada de poquito (2 cm), me catalogaron en seguida como «de parto». Rompí aguas, y no estaban limpias, lo que podía significar que el niño estaba estresado así que me mandaron a la sala de partos directamente en lugar de la habitación.

Una vez allí, y visto que no podía soportar el dolor y que aún quedaba mucho, nos acabamos decidiendo por una epidural. Para entonces estaba de 4 cm y tenía monitorizado el latido del niño permanentemente. Como al médico le parecía que el proceso iba lento, me pusieron oxitocina para acelerarlo, pero Alan no debió entenderlo así, porque decidió tomárselo con más calma y bajar el ritmo de los latidos. Así que quitaron la oxitocina, y en vista que seguía a su ritmo, parece que ha salido a imagen de su padre, al final optamos por una cesárea. A todo esto eran las 3 de la madrugada pasadas del lunes.

Me llevaron al quirófano, me aumentaron la dosis de epidural y después de asegurarse que no sentía nada (casi me duermen por completo), y con txema a mi lado, sacaron a Alan a las 3:59. Al menos no nació en San Valentín 🙂 . Una pena que no tengo fotos del niño recién salido todo sucio, pero la cámara se quedó en el cuarto. Una vez le despejaron las vías respiratorias a Alan me lo dejaron unos segundos encima mío y en seguida se lo dieron a txema. A mí me pusieron unas vendas compresivas y me llevaron a recuperación, donde por fin dejé de pasar frío.

40 minutos más tarde me reuní con ellos, drogadísima y feliz, al fin y al cabo lo habíamos conseguido ¡¡prueba superada!!

Lo que ocurrió a continuación será contado en otra ocasión, que el post está quedando muy largo y el pingüino me reclama.

3 comentarios en “El parto de Alan dos meses después

  1. Bien, piensa en la parte romántica del asunto. Me refiero a las prisas de camino al hospital. Un abrazo a los 3.

  2. Me alegro de que al final haya salido todo bien 🙂 Yo si un dia tengo un bebe creo que voy a ser tambien de las que ponen el grito en el cielo jeje :D. No estoy de acuerdo en lo de tener que aguantar el dolor en silencio como si no estuviese pasando nada, en plan Katie Holmes.

  3. Que bonito momento, cundo tre dicen, ala «todo tuyo» y piensas joder, esto es para los resto, que fuerte, jejejeje. que sigáis bien trío, os echamos de menos. besos y abrazos

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