Han pasado unos días ya desde mi cumpleaños, aún no me he acostumbrado a la nueva cifra, pero he tenido algo de tiempo para reflexionar sobre el tema.
Este año sí que voy a vivir aquello de año nuevo, vida nueva. Y no es que no haya sufrido cambios anteriormente, que he vivido unos cuantos. Pero es que el cambio que se avecina va a ser de los definitivos 😉
Me temo que ha llegado el momento de abandonar el ciclo de cambios radicales cada 3-4 años y empezar un ciclo muuuuuuucho más largo, echar raíces y madurar, que dicen algunos.
Naaah, pero qué digo? Seguramente de aquí a 3-4 años tocará volver a sacar el mapamundi y los dardos; si el pingüino tiene que aprender otro idioma ya lo hará, y probablemente mucho más rápido que nosotros. Lo que es seguro es que no me veo viviendo para siempre en este bendito (y no uso esta palabra como un cumplido) país.
En resumen, fin del capítulo actual, empezamos nuevo capítulo y de aquí a 3-4 añitos (si no antes) a revisar el plan de fuga 😀
El mapamundi y los dardos…. bonita manera de elegir destino a medio camino entre la punteria y el azar.
Asi que empezando el plan de fuga, eh? Un Irlandes de pro estaria mirando el colegio que quiere para el pinguino y comprandose una casa en ese barrio :-P… vas a tener razon y no pegais con la mentalidad de ese bendito pais.
Uhm, a lo mejor debería sacar los dardos ya y empezar a mirar colegio allí donde caigan :0
Ánimo con esa nueva etapa, ya veréis qué emocionante… y a partir de ahora, plan de fuga para tres 🙂
Tienes razón, y si ya es complicado planear una fuga para dos, ni me imagino para tres…
Bueno, como el pingüino saldrá a vuestra imagen le costará adaptarse menos que a vosotros, que para algo será más joven 🙂 Este país, en cierto sentido, también me tiene un poco harto con sus bendiciones 😛
Hay que acostumbrarlo a que se mueva ya de pequeño, no sea que cuando llegue a los 18 no se quiera ir de casa…