Al final, después los inventos para simular una persiana, nos hemos decidido y hemos comprado unas cortinas opacas (llamadas aquí blackout courtains).
Después de medirlas y traducir las medidas a pulgadas (manda huevos!) nos fuimos a la busca y captura de las susodichas. Las ganadoras han sido unas de plástico de la bargain del Argotts, acoplables a la cortina translúcida que ya teníamos, y todo por 30€ de nada (a parte, los ganchitos para colgarla de la otra que no vienen incluidos).
El resultado merece la pena.
Y sí, la foto está muy oscura, de eso se trata 😉
¡Enhorabuena! ¿Habeis dormido bien?
Nosotros tenemos que idear algo para Jimena, que se despierta temprano y sospechamos que es por la luz… pero lo de las cortinas en nuestro caso no nos sirve… ¡habrá que darle a la cabeza!
Llevamos una semana con ellas y són de lo más prácticas.
Y para Jimena, ¿unas persianas tipo venecianas de madera, o algo así?
Porque si no os veo ajustándole a la ventana cartones varios 🙂
Ay, maja, si es que las venecianas son las que tenemos, pero sigue entrando luz… Le tendremos que poner además una cortina de esas opacas, colgada de una barra como las de las cortinas del baño, pero vamos, con tiempo, porque de momento duerme bien, no parece molestarle demasiado (veremos cuando empiece a amanecer a las 5 de la mañana)…
Sí, a nosotros el verano nos recuerda aquella canción que decía «amaneeece tan prontoooo»
La verdad es que no encajen bien las persianas y dejen pasar la luz es una faena, pero bueno, a todos se nos ocurren cosillas para solucionarlo, salu2