Post post-vacacional

La semana pasada estuvimos en bcn, disfrutando del tiempo,

Olivitas
los amigos,
Munchin Quest
y la familia.

Ha sabido a poco, como siempre, en especial con los amigos a los que sólo hemos podido hacer un par de visitas relámpago.

Esta semanita también ha servido para que Alan se soltara un poco más con el castellano, o al menos a mí me parece que ahora está más charlatán que antes de las vacaciones. También nos contaban en la guarde ayer que estuvo explicando sus aventuras en castellano, a lo cual las pobres chicas flipaban; sabían que hablaba de las vacaciones porque entendían palabras sueltas como «abuela» y «abuelo», aunque no entiendieron el conceto avanzado de «tieta» ;P

Al menos a la vuelta hacía sol, aunque alguien se había dejado la puerta de Dublín abierta y los vientos huracanados hacen bajar la sensación térmica, a ver si la cierran ya.

Jugando al Tsuro!

Llevaba tiempo buscando el juego este (desde que lo vi en un episodio de TableTop) y no había manera de encontrarlo fuera de los estados unidos. Hasta que hace un par de semanas bea lo vio en una tienda de Dublín y decidió hacerme un regalo de cumpleaños algo tardío (ejem).

Este finde pasado organizamos una sesiones de juegos en casa de un amigo (bueno, la excusa oficial era juntar a los peques para un sleepover, pero aprovechamos para sacar a pasear algunos de los juego de tablero que tenemos criando polvo en la estantería).

Sobre el juego, he de decir que es entretenido. No requiere mucha estrategia (o igual sí, y por eso todavía no he ganado ni una partida, grrrr) y las partidas son rápidas, de 10-15 minutos, lo cual, dado el poco tiempo libre que tenemos últimamente, lo convierte en el juego ideal para estas ocasiones (aunque he de decir que, sorprendentemente, los niños se entretuvieron entre ellos el tiempo suficiente como para dejarnos jugar una partida entera al Carcassonne, increíble).

La mecánica es muy sencilla, pero mejor que la veais en el vídeo que os dejo abajo (a partir del minuto 1:10 hasta el 10:22).