Coleccionando virus

Mucho había durado, después de 3 semanas en la guardería Alan ha pillado la primera infección. Ha tenido mocos unos cuantos días y al final le bajaron a los pulmones, así que llamamos al médico. Nada serio, un antibiótico un calmante y quedarse en casa un par de días. Ahí va uno de mis días de vacaciones, esos que me guardé para estos casos. Por suerte Alan es bueno tomando medicamentos y no pasa un mal rato; menos cuando le toca de madrugada, que entonces sí que se cabrea.

Nota positiva, no es alérgico a la penicilina. Por otro lado, txema ya ha caído, así que tengo muchos números para ser la siguiente.

Un nuevo año ajetreado

Siempre empiezo el año en septiembre, y este con más razón. Después de 7 meses he acabado la baja maternal. Eso se traduce por un lado en volver a trabajar y por otro en dejar al pinguino en la guardería.

Lo que más me preocupaba era dejar al enano, al fin y al cabo he empezado en tantos trabajos de cero que esto no iba a ser peor.

Alan, está como una rosa. Le gusta estar en sitios nuevos y con gente nueva así que eso no era un problema. Lo único que tardó una semana en habituarse a comer y dormir en la guardería, y a partir de ahí todo bien. Vamos probando distintas combinaciones de alimentos poco a poco y de momento no va nada mal. Esta semana toca patata, después de un comienzo un poco desastre, esperamos que mejore. Si no, pues a otra cosa, será por alimentos! Por otro lado, aprofitem la vinentesa para ver si conseguimos que en casa también duerma en la cuna él solo ¡que no nos pase nada!

Respecto al trabajo, efectivamente, no ha sido tan malo: algunas caras nuevas, muchos cambios en los proyectos que llevaba, y básicamente todo sigue igual. Después de un par de días de actualizar el ordenador y charrar con la gente, ya estoy en plena faena y con un proyecto nuevo sólo para mí. Promete ser interesante. De momento ya he pedido las vacaciones de este año, que no se diga.

Poco a poco me voy acostumbrando a ser persona otra vez. Me veo disfrutando del silencio mientras camino por el canal hacia la oficina, jaywalkeando cuando me parece oportuno ¡cuánto tiempo!

Así que eso es todo por hoy.

P.D: Este post lo debo de hace días, pero hasta que no he empezado a trabajar no he dispuesto de tiempo libre. Hay que joderse.

Alan: medio año

Ya tenemos un pingüino con seis meses rondando por casa. Está fuerte, grande y cabezón como su padre.

Ya ha aprendido a darse la vuelta difícil, como dice Bea, de boca a arriba a boca abajo, pero la fácil se le resiste. Conclusión, si mientras duerme se gira boca a bajo, se despierta llorando desconsolado.

Ayer probó su primera fruta, un trozo de manzana; lo estuvo mordisqueando un rato y no le hizo ascos, buena señal. Seguramente se habría comido más si no hubiera estado tan dura. Para acabarlo de apañar estaba verde, verde, pobre. Hoy hemos probado con un trozo de plátano ¡todo un éxito!  No lo ha soltado hasta acabárselo y comía con un afán…

Resúmen: peso más de 7,5 kilos (aún no lo hemos pesado esta vez), mide 66 cm, suelta carcajadas todos los días y se sigue comiendo todo lo que pilla. No habla, está soltando sílabas de vez en cuando, muchos nas y tas. No anda, pero ya empieza a querer gatear, aunque para atrás.

Clasificados

Regalo despertador preciso como él solo.

Alarma pre-programada a las 5:00 am.

Interesados dad un toque.

P.D: En cuanto averigüe dónde lo tiene escondido Alan le hago unas fotos.

Alan 0.4

Hoy Alan cumple 4 meses.

Doy fe que de pequeños se les coge cariño y ya estás perdido. Y empiezas a decir eso de… pero compensa.

Resúmen: peso 7 kilos aprox, mide 61 cm, suelta carcajadas esporádicas y tiene cosquillas. No habla. No anda.

El parto de Alan dos meses después

Alan cumple 2 meses y está hecho un roble. Ya se entretiene un ratito mirando de aquí para allá; no tiene tantos gases como al principio y duerme algo mejor. Sólo falta que nos deje dormir a nosotros un poco más, por pedir que no quede 🙂

Aprovecho que parece que seguirá durmiendo un rato, para contar cómo fue el parto.

El domingo sobre las 6 de la tarde, tras tres o cuatro retortijones (o eso creía yo), y unas cuantas contracciones cada 15 minutos, nos dimos cuenta que Alan había decidido salir. Así que nos preparamos para lo que iba a ser una larga tarde-noche. En un par de horas la frecuencia de las contracciones era de 5-6 minutos, y los alaridos llegaban ya hasta Dundrum town center, así que txema decidió que nos íbamos al hospital antes que los vecinos llamaran a la garda. He de decir que yo no las tenía todas conmigo, temía que estuviera dilatada de sólo 1 ó 2 cm y me mandaran para casa. Menos mal que nos decidimos a ir: el viaje, aullando cada 3-4 minutos y con la pata en el techo, fue épico; medía lo que nos quedaba por llegar no en tiempo sino en número de contracciones que me quedaban. Después de media horita llegamos y me dije a mí misma que de allí no me movía ni diós, se pusieran como se pusieran.

Una vez allí me metieron en un box donde iban a evaluar si estaba o no de parto. Un momentito que ahora vienen a atenderte, me dijeron; no tardarán mucho, le comenté a txema, en cuanto me venga otra contracción los tenemos aquí. Efectivamente, en un minutito escaso apareció alguien comentando que tenían una chilladora, y que no me preocupara que chillara tanto como quisiera ¡como si lo fuera evitar!

Me dieron un gas calmante, que me iba quitando lo más duro pero a cambio me atontaba bastante. A pesar que como me temía, estaba dilatada de poquito (2 cm), me catalogaron en seguida como «de parto». Rompí aguas, y no estaban limpias, lo que podía significar que el niño estaba estresado así que me mandaron a la sala de partos directamente en lugar de la habitación.

Una vez allí, y visto que no podía soportar el dolor y que aún quedaba mucho, nos acabamos decidiendo por una epidural. Para entonces estaba de 4 cm y tenía monitorizado el latido del niño permanentemente. Como al médico le parecía que el proceso iba lento, me pusieron oxitocina para acelerarlo, pero Alan no debió entenderlo así, porque decidió tomárselo con más calma y bajar el ritmo de los latidos. Así que quitaron la oxitocina, y en vista que seguía a su ritmo, parece que ha salido a imagen de su padre, al final optamos por una cesárea. A todo esto eran las 3 de la madrugada pasadas del lunes.

Me llevaron al quirófano, me aumentaron la dosis de epidural y después de asegurarse que no sentía nada (casi me duermen por completo), y con txema a mi lado, sacaron a Alan a las 3:59. Al menos no nació en San Valentín 🙂 . Una pena que no tengo fotos del niño recién salido todo sucio, pero la cámara se quedó en el cuarto. Una vez le despejaron las vías respiratorias a Alan me lo dejaron unos segundos encima mío y en seguida se lo dieron a txema. A mí me pusieron unas vendas compresivas y me llevaron a recuperación, donde por fin dejé de pasar frío.

40 minutos más tarde me reuní con ellos, drogadísima y feliz, al fin y al cabo lo habíamos conseguido ¡¡prueba superada!!

Lo que ocurrió a continuación será contado en otra ocasión, que el post está quedando muy largo y el pingüino me reclama.

Revisiones y más revisiones

Bueno, pues desde el último post de información del estado de Alan ya nos ha dado tiempo a hacer varias revisiones, así que iría tocando hacer otra actualización.

Hace dos semanas nos tocaba la revisión de las seis semanas, tanto para el niño como para mí. La del niño la podía hacer o bien el GP o el pediatra, la diferencia es que una es gratis (la paga el gobierno, vamos) mientras que la otra nos tocaba pagarla a nosotros. Como somos primerizos en ésto decidimos picar y pagar al pediatra, total VHI nos devuelve luego gran parte del coste, y ya que yo tenía que ir al Rotunda para mi revisión pues pusimos la visita el mismo día y así aprovechamos el viaje.

Primero tocó pediatra, el niño está estupendo, pesaba 4,77 kg y medía 60 cm ya. Luego me tocó a mí. La cicatriz está perfecta y yo estoy ya casi recuperada. Sólo la circulación está todavía resentida del embarazo y aún no se me ha recuperado del todo. Por lo visto es normal y puede tardar otras 6 semanas en estar perfecta.

Como ya he comentado, dentro del programa de seguimiento del embarazo que paga el gobierno se incluía también la visita de las seis semanas por parte del GP así que, ya puestos, pedí hora con mi GP para que nos viera también, y la semana pasada fuimos a ello. Volvieron a pesar a Alan (5,070 kg, a 300 gm por semana!, no lo midieron) y a mirarme a mí y todo muy bien.

Ahora la próxima cita médica son las vacunas de los dos meses, que le tocan de aquí otro par de semanitas.

Resumen: peso 5,070kg, ya sonríe (sólo cuando está de buenas, con hambre no conoce ni a su madre), no habla pero lo intenta (y se cabrea cuando los muñecos no le contestan) y no camina.

2 semanas

Hoy Alan cumple 2 semanas. Me parece mentira que haya pasado el tiempo tan rápido. Ya hace una semana y pico que nos soltaron del hospital y desde entonces estamos en casa, como dice la otra Bea, luchando contra el caos.

Por supuesto el nuevo rey de la casa es el elemento más caótico; es demasiado joven para tener una rutina con lo cual come y duerme cuando le viene en gana, y los demás tratamos de adaptarnos.

El lunes pasado vino la public nurse de la zona a pesarlo y medirlo y ya ha ganado peso el tío: 3,020 kg, 120 g más de con los que nació, todo un récord en sólo una semana. Está estupendo si no fuera por que ha empezado a tener gases que le fastidian mucho y eso complica las cosas a la hora de comer. Mañana trataremos de pesarlo otra vez a ver qué tal va.

Como ya me vaticinaron apenas tengo tiempo ni de ducharme, así que tanto el blog como el email lo tengo de un abandonado que da pena. So sorry, pero va a continuar así por un tiempo más, el relato del parto tendrá que esperar, recuperarse de una cesárea es lo que tiene.

Agradezco mucho las muestras de interés y de ánimos. Sé que estáis ahí y no dudo de usaros cuando se tercie 🙂

Actualización 02/03/2010: Después de ir a la public clinic, el pingüino pesa 3.460, un aumento de 440gr en una semana no está nada mal 🙂

Due Date

Bueno, pues después de tanta espera hoy es el día. Hoy salgo de cuentas. Y como era de esperar, Alan ya demuestra que sale a sus padres llegando fashionablemente tarde 🙂

De momento seguimos igual, él cabeza abajo, sin encajar y moviéndose mucho, y yo pesada y torpe. Al menos, después de 2 semanas de baja maternal, estoy mucho más descansada para enfrentarme a lo que se avecina.

No tengo más que añadir, en cuanto haya novedades ya iremos avisando. Espero que pronto.

Empieza la cuenta atrás

Parece que ya ha llegado el momento de tomarse las cosas en serio. El pingüino va a venir en unas tres semanas estemos listos o no. Más nos vale acabar de hacernos a la idea. Para empezar, según nos ha dicho hoy el médico, ya pesa 3.1 kilos y se mueve mucho. Todo sigue estupendo, y no me tengo que preocupar por nada.

Por otro lado esta es mi última semana en el trabajo, ganas tengo ya de pillar la baja, y tengo que acabar mil cosas. No es que me estresen mucho, lo que no acabé se quedará así, pero no tengo tiempo casi ni de respirar. Tengo pendiente varios mails, y apenas puedo dar señales de vida 🙂

No se puede decir que nos haya entrado el síndrome de «hacer el nido», en nuestro caso más bien es el síndrome de «que nos pilla el toro» y es que como no empecemos ya no nos va a dar tiempo.

Así que nos va tocando empezar con las preparaciones varias. El fin de semana pasado estuvimos montando la sleepi en modo mini-cuna (lo malo de comprar cacharros multiusos es que ahora tenemos una pedazo de caja con el resto de piezas de la cuna ahí estorbando) y empezando a preparar la bolsa de cosas que hay que llevar al hospital.

Este finde hemos ido a busca el maxicosi que teníamos encargado (color urban breen, super fashion, cosas de txm) y nos hemos dedicado también a vaciar el trastero, ya que básicamente estaba lleno de cajas de cacharros electrónicos (eso tiene que ser otro síndrome «acumulación de cajas vacías de cacharros electrónicos y cables varios»  también cosas de txema) a ver si podemos aprovecharlo mejor.

Sólo nos queda esperar que nos traigan la cómoda para la ropa del pingüino y el cambiador/bañera, que ya están encargados, y creo que ya tenemos lo básico cubierto.