Como viene siendo habitual aquí, el día después de Halloween ya parece compravidad; hay tiendas en las que mientras una persona quita las cosas de Halloween otra viene justo detrás poniendo las de Navidad.
Este año, usando a Alan como excusa nos hemos agenciado uno de éstos:
Así cuando vea las calles decoradas pensaré «ya queda menos para diciembre, bieeen».
No puedo esperar a que llegue el día 1 para ver qué sorpresa se esconde detrás de la primera puerta.