Feliz, feliz en tu diaaa

Pues sí, acabamos de cumplir un añito! Un año ya desde que nuestras vidas cambiaron radicalmente, para mejor ;). No voy a negar que en algunos aspectos hemos salido perdiendo: menos dormir, menos vida social, menos turismeo de fin de semana… y en otros ganando: más visitas familiares, más equipaje en los viajes, más tareas del hogar, más estrés, más caos, (estooo…, un momento!) Pero todo esto queda ampliamente compensado (la palabra del año!) por los pequeños grandes momentos que hemos vivido, y que acaban haciendo que queramos a esa cosita arrugada de poco menos de tres quilos que nos dieron hace un año más que a nada en el mundo.

Y después del momento subidón de azúcar, los avances, que hay mucho que contar.

Ya se levanta sin apoyarse en nada y da pasitos sueltos sin problemas cuando le interesa coger algo, o acercarse a algún objeto (como el correpasillo-máquina-de-arrasar-todo-lo-que-se-ponga-por-delante), siempre que no tenga un día vago claro, despacito pero seguro.

Una vez superado el tema locomotriz, ahora parece que está avanzando en sus habilidades comunicativas: ya sabe hacernos entender qué quiere señalando con la mano. Es más, si quiere algo y estamos sentados en el sofá viene hacia nosotros, nos empuja como diciendo “levanta el culo que quiero que me acerques hasta un objeto al que no alcanzo” y cuando lo coges en brazos va señalando con la mano hasta que le llevas a dónde a él le interesa. Buenísimo. Y además hacerse entender ya comprende varias palabras; a parte de papá y mamá que hace tiempo que parece que las entiende, ya hay otras palabras que cuando se las dices sonríe y pone cara de “sí, quiero de eso”, como agua, bottle o cama.

Y, ATENCIÓN!, hoy ha soltado su primera palabra! Aunque lleva ya semanas diciendo papapapá y mamamamá nunca nos ha parecido que lo dijera con intención de llamarnos a ninguno de los dos. Sin embargo hoy, cuando se ha despertado, a las 6 y poco de la mañana, tosiendo le he ofrecido agua para que bebiera y se aclarase la garganta pero, como aún estaba cabreado por haberse despertado, me ha apartado el vaso de un manotazo. Total que dejo el vaso en la mesita y cuando voy a cogerlo me dice el tío “aua”, y yo “WHAAAAAAAT???” (prometo que no me lo he inventado en un estado de semi-inconsciencia, bea también lo ha oído) lo cojo, le acerco el vaso y bebe. Igual ha sido casualidad, pero yo creo que lo decía con toda la intención.

Y para terminar, el desarrollo físico: le ha salido un octavo diente (el que le faltaba en la parte de abajo) y ya pesa 9,3 kg. Queda pendiente para otro día medirlo.

12 comentarios en “Feliz, feliz en tu diaaa

  1. Enhorabuena Alan!! Que ganitas de volver a verlo pronto 😉 Buenísimo lo de su «primera» palabra jaja 😀 Cuidaros.

  2. Como el texto es muy largo, lo leeré por etapas (como el Tour de France). Dejé un comentario en el post anterior felicitando a Alan y a vosotros, claro, pero no está de más repertirlo: ¡felicidades!

    • Muchas gracias!
      Sí, nos ha quedado un poco largo, pero es que había muchas cosas que contar, eso nos pasa por escribir tan de cuando en cuando :0

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