Aquí estamos de nuevo, después de nuestro tercer parón vacacional del año.
Lo malo de fraccionar tanto las vacaciones es que luego te toca enfrentarte a la vuelta al trabajo más veces de las que a uno le gustaría. También el que a ser tan cortas no da tiempo a ver a toda la gente que querías ver, una pena.
Al menos, cuando vuelves puedes empezar ya a pensar en las siguientes, que en este caso serán de aquí a muy poco, a finales de este mismo mes, si es que consigo ponerme y comprar los billetes de una vez…
recuerdo cuando el ocioso era yo.
qué tiempos…