Gracias a Fredi me he enterado de que los ciudadanos de la piel de toro aficionados a la buena dramaturgia estamos de enhorabuena: una vez más los políticos se han gastado nuestro dinerito en subvencionar a sus amiguetes en la enésima reinterpretación del ya clásico cuento anónimo del Lazarillo de Tormes: el lazarillo (esta vez interpretado a dúo por Telefónica e Indra) se gana la vida como puede (14 millones de euros dan para ganártela entre bien y muy bien) aprovechándose de su pobre amo (interpretado, magistralmente una vez más, por el ciudadano español) con la excusa de que éste es ciego. Aaaah, la picaresca, ese sustantivo que nos define tan bien.

Pues poco que añadir a lo que dice Fredi, sólo que vale la pena pasarse por el análisis de seguridad, que da auténtico miedo, y hacerme eco aquí a ver si, a base de crear ruido, el ciego (usease nusotros) se entera de que el lazarillo intenta robarle el queso y le propina un buen bastonazo, como se merece, en la zona del bajo vientre. De momento el garrotazo virtual se lo están llevando, con críticas por toda la blogosfera y los periódicos haciéndose eco de ello, aunque si tienen la entrepierna tan dura como la cara, no creo que les vaya a doler mucho…

Y aunque a estas alturas ya han los agujeros de seguridad más flagrantes (conociendo a los perpetradores del portal, seguro que algún pobre pringado habrá currado toda la noche para arreglarlos), la página sigue sin funcionar bien:

No sé si es más patético que no sepan tratar una fecha o que no sepan capturar el error para que no salga en la página.