Como adelantaba en el post anterior, por fin tengo trabajo. La historia fue así:
Hace un par de semanas me volvió a llamar el recruiter de la agencia que me había enviado a la aquella entrevista con el banco para trabajar en un CRM financiero. Me dijo que parecían interesados en mí y que si me parecía bien ir a una segunda entrevista. La verdad es que la chica de la agencia me lo pintaba muy bien, el cliente realmente es muy importante y el proyecto es enorme y con muchas posibilidades de aprender cosas. Así que al cabo de un par de días tuve otra entrevista, esta vez con el responsable de RRHH que decía que quería conocerme porque en la primera entrevista no había oportunidad de hablar conmigo, pero que era más una conversación que una entrevista, que la cosa ya estaba hecha. Esa misma tarde me llamó la de la agencia de colocación para decirme que le habían comunicado la oferta definitiva, que si la aceptaba podía ir la semana siguiente a hablar con la gente del banco de los detalles.

Y la acepté, porque después de pensarlo un poco, la empresa realmente parece que vale la pena (entre otras ventajas para los empleados tienen un centro recreativo con billares, gimnasio, piscina, …), la oferta económica es muy buena, y el proyecto parece hasta interesante. Incluso me han dado un par de semanas para que me relaje antes de empezar.

Pues así está el tema, primera entrevista seria que hago y me pillan, no está mal un 100% de efectividad ;). Aunque en realidad no fue la única entrevista que he hecho, el mismo día que hablé con la chica de la agencia hice otra entrevista con un pavo de una empresa pequeña, pero fue un poco desastre. El tío era el dueño de la empresa, el típico emprendedor cansino que quiere que todos sus empleados sean como él y, la verdad, ese día yo ya no estaba pa tonterías y el tío no hacía más que meterse con mi inglés y decirme que si me cogían sería para empezar por abajo (no lo dijo así directamente pero me preguntó que si estaba dispuesto a aprender a programar en .Net, por favor!!!!) y cuando mejorara ya veríamos. El colmo fue cuando me preguntó «porqué debería volver a hablar contigo?» Me contuve para no decirle que no hacía falta que volviera a llamarme jamás, que con una primera entrevista ya me había hecho perder bastante tiempo. Inmediatamente después de salir me arrepentí de no habérselo dicho, al menos me hubiera quedado descansado!!